Mucho se ha dicho sobre cómo se aprende, sobre las personas y las organizaciones inteligentes, ya sabemos, por ejemplo, que se es inteligente cuando se es capaz de predecir situaciones, cuando existe la habilidad de tomar buenas decisiones, cuando se logra generar y acumular nuevo conocimiento (Aprender) y sacar partido de éste (Gestión del Conocimiento) de la cosmovisión occidenteal / cartesiana, sabemos que se aprende a través de la reflexión sobre las experiencias del pasado. Este proceso nos lleva a observar lo que previamente hemos hecho; reflexionar sobre ello y sacar conclusiones; lo que nos permite planificar lo que haremos en adelante ante situaciones que nos parezcan similares; y desde allí volver a actuar.
Necesitamos hoy otra forma de aprender, que no es antagónica con la anteriro, sino que la complementa, a través de la presencia en futuros emergentes. Esto es, mediante estar presente desde donde surge la posiblidiad de futuro, haciendo que el éste emerja como aprendizaje. En otras palabras, un proceso de aprendizaje para convertir el hallazgo en una innovación. Desde esta perspectiva no hay absolutos, ni verdades definitivas, ni caminos predeterminados, para encontrar "las" respuestas. Pensar la comprejidad es descubrir la ambigüedad, la interacción entre elementos y la ambivalencia donde antes sólo veíamos simplismo. Es la capacidad de ganar independencia en relación a la incertidumbre. Tres fases se agregan para aprender desde el futuro: percibir, presenciar y darse cuenta..
Junto con este aprendizaje han de emerger nuevas profesiones para las cuales bien vale la pena estar en alerta.
(Fragmento de conferencia "Aprender a enseñar desde el futuro" a cargo de la Prof. Susana Huberman, en el marco de las VIII Jornadas Cientificas - 2012 "El lugar de la investigación en la formación docente y la formación técnica").
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